Las causas de los trastornos de ansiedad no son demasiado conocidas, aunque la investigación ha proporcionado varias pistas. Las áreas del cerebro que controlan el miedo puede tener un papel relevante en algunos desordenes de ansiedad. Al parecer, el ataque de pánico se desencadena tanto por factores externos (como afrontar una situación que produzca intranquilidad al sujeto) como por los significados que tienen en su vida emocional.
Los trastornos de ansiedad pueden ser hereditarios, lo que sugiere que una combinación entre genes y estrés ambiental puedan desencadenar los trastornos. El papel de la química del cerebro también está siendo investigado.
Síntomas
Si la ansiedad es pronunciada, puede experimentar:
-dificultad para conciliar el sueño o pesadillas recurrentes,
-resultarle difícil pensar en otra cosa, pensamientos obsesivos incontrolables o recuerdos intrusivos,
-sentirse tenso, inquieto, mareado, sudoroso,
-tener dificultad para concentrarse,
-estar excesivamente vigilante y sobresaltarse con facilidad,
-experimentar un sentimiento de desastre inminente.
Los síntomas físicos que acompañan a estos sentimientos son diversos y van desde palpitaciones, mareos, sentimiento de irrealidad y diarrea hasta temblores, sequedad de boca, náuseas, parestesias en manos y pies, tensión muscular y escalofríos o sofocos. Dado que los síntomas son tan severos, muchas personas con trastorno de pánico creen que están teniendo un ataque al corazón u otra enfermedad que amenaza la vida.